La ansiedad y el marketing en momentos de pandemia

El ambiente está complicado, hay tensión, hay mucha preocupación, hay acelere, hay pérdidas, hay disminución del ritmo de trabajo, de ventas, de inscripciones, de suscripciones, hay miedo a perder el empleo, hay mucho estrés… y todo esto genera mucha ansiedad.

Hay quienes están viviendo este momento histórico con calma aprovechando el tiempo, lo cual es genial si se puede hacer, pero hay otros que están trabajando más que nunca debido a que la modalidad actual hace que no haya horarios de oficina normales, no hay hora de ingreso y de salida, y el hogar se convierte en un espacio compartido en el que se hace de todo, todo el tiempo y por ende se dificulta la concentración.

Hoy todas las industrias, y todas las empresas, grandes y pequeñas, como así también los emprendedores y profesionales independientes estamos atravesando un momento complicado, donde día a día se va reconfigurando nuestro mundo laboral y personal.

Ante esta situación tan compleja, me pregunto, ¿qué rol nos toca a quienes hacemos marketing y estamos ahí para ayudar a nuestros clientes?

Creo que, si bien la ética es fundamental en nuestra profesión, en este momento tan especial ésta, más que nunca, juega un rol fundamental.

La locura que se vive día a día hace que muchos tomen decisiones en tiempo récord y de una forma que nunca hubieran hecho antes (sin mucho análisis, sin datos validados, sin la información completa, sin consenso); se quieren hacer cosas para sobrellevar esta situación (que nadie previó hace pocos meses atrás cuando se elaboraban los presupuestos anuales), se quiere “hacer” a toda costa.

El tema es qué hacer. Nosotros quienes asesoramos tenemos una gran responsabilidad en este escenario, tenemos una oportunidad enorme para hacer, es decir para trabajar y ganar dinero, especialmente quienes hacemos marketing digital, que se ha convertido en la estrella de pequeñas, medianas y grandes empresas, dado que es el medio que permite conectar a una empresa o profesional con sus clientes actuales y captar nuevos, en tiempos de virtualidad.

A través de la tecnología se pueden desarrollar nuevas formas de llevar adelante un negocio, como por ejemplo implementando formas de venta y contacto a través de la web o de las distintas plataformas; y a su vez es el marketing digital, específicamente a través de las redes, el que permite promocionar/publicitar, eso que hemos implementado o desarrollado

Pero por otro lado, somos nosotros los que tenemos que ayudar a nuestros clientes a ver que se puede y que no, que dará resultados y que no, en que vale la pena esforzarse y dedicar recursos y en que no, porque la ansiedad y el nerviosismo que esta situación por la que estamos pasando conlleva, hace que muchas veces se quieran hacer cosas, justamente pensando que a través del marketing digital se puede, o porque otros lo están haciendo, y puede que no sea el caso o no sea la forma. 

Invirtiendo más dinero no es que se lograrán los mejores resultados; en muchos casos, ésto puede llevar a fracasos y frustraciones innecesarios. 

Hoy de lo que se trata es de ponernos en el rol de coach, sí actuar como coaches de marketing, para que junto con nuestros clientes podamos encontrar la mejor estrategia para llevar adelante el negocio en este momento particular. Y somos nosotros los que tenemos que recomendar, no pensando en la oportunidad que tenemos para ganar dinero, incluso más del que podríamos generar antes de comenzar la pandemia, la cuarentena y el distanciamiento social, sino hacerlo pensando a futuro, a largo plazo, por nuestro bien y el de nuestros clientes. 

Si algo no está bien encarado, no es oportuno o creemos que no va a dar resultados, incluso con una gran inversión, tenemos que decirlo y explicarlo.  La ansiedad puede llevar a las empresas a tomar mala decisiones en lo que a marketing se refiere y es nuestra responsabilidad trabajar para lograr, ante todas las dificultades que el Covid-19 nos ha puesto enfrente, el mejor camino para cada uno, y que claramente no es el mismo para todos.

Que todos hagan, no implica que yo también tenga que hacer lo mismo.  Hagamos un pequeño alto y armemos una estrategia. Este momento requiere una estrategia para cada empresa, pero una estrategia con mayúscula, aunque sea elaborada en tiempo récord, una estrategia que le permita seguir vigente, mantener lo que tenía y por qué no, conseguir nuevos clientes.